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domingo, 9 de marzo de 2014

Reportaje de la XI Muestra de cine fantástico en Madrid

En esta undécima edición, celebrada este mes de marzo, la mayoría de filmes que se han presentado eran obra de directores noveles como por ejemplo Noam Murro,  que con sólo un largometraje en su haber se ha encargado de 300, el origen de un imperio, secuela de 300, que fue dirigida por el genial Zack Snyder, autor de Amanecer de los Muertos, Sucker Punch o Watchmen, cuya premiere pudimos disfrutar en la sexta edición de cine fantástico de Syfy.  Cualquiera diría que es el propio Snyder quien ha realizado esta segunda parte, visualmente es incluso más impactante que la primera, las batallas más impresionantes, resultando en puro derroche de adrenalina y una gozada para los amantes de la acción. Respecto al guión y los actores cumplen con su cometido, no son todo lo planos que uno esperaría para una película donde predomina la lucha.


Maniac, remake de un clásico ochentero sobre un tema que ya es habitual en el cine de género: un asesino en serie que no logró superar su traumática infancia y se dedica a acechar mujeres. La adaptación del guión para esta nueva versión está realizada en parte por Alexandre Aja, competente director que ha sabido labrarse un nombre en el cine de terror, dirigiendo él mismo a su vez remakes de clásicos como Las Colinas tienen ojos de Wes CravenManiac recuerda bastante a Henry, retrato de un asesino, con una fotografía sucia, colores apagados y grises, en tono documental, pero con una diferencia importante: la mayor parte de los planos están vistos a través del protagonista en un primer plano subjetivo, este recurso funciona bastante bien y logra transmitirnos el perturbado mundo interior de este predador, encarnado por Elijah Wood. Los pocos planos donde se ve su rostro (contemplándose a sí mismo en el espejo) causan pavor, lo que demuestra su talento, ya que es capaz de convencer como simpático hobbit para luego transformarse en un brutal demente con Maniac. El resultado final es un producto que, aunque no aporta nada nuevo, consigue impactar y entretener al mismo tiempo.


We are what we are (remake de un largometraje Mexicano, Somos lo que hay) era de lo más esperado del festival. El director, Jim Mickle, consiguió agradar al público en la novena Muestra de Syfy con Stake Land. Se ve una clara evolución de Mickle, ya que se aprecia un estilo mucho más pulido en todos los detalles: el ritmo, la fotografía, el uso de planos. Sobresale el excelente trabajo de los actores, en especial de la familia protagonista, donde un padre dominante (Bill Sage) impone el legado de una terrorífica tradición a sus dos hijas.  El filme, aunque no es brillante, está  muy bien llevado y logra atrapar al espectador.


Snowpiercer fue la estrella, debido a que su director es el coreano Jon ho Bong,  que parece haber dado el salto a Hollywood, ya que en esta ocasión trabaja con actores americanos en alza como Chris Evans, y veteranos como Tilda Swinton, Ed Harris o John  Hurt.  La verdad es que no me esperaba gran cosa de este director, sobrevalorado en exceso, sus películas más conocidas en occidente son Crónica de un asesino en serie, que acababa resultando pesada y The Host, sobre una familia de descerebrados a la caza de un monstruo mutante,  filme absurdo y carente de interés que intentaba mezclar comedia, acción y terror pero con resultados desastrosos. Si hubiera estado dirigido y protagonizado por estadounidenses seguramente nadie se hubiera fijado en ella, apenas hay diferencia entre The Host y cualquier bodrio, de esos que se emiten en horario de madrugada. Pero Snowpiercer sorprende gratamente, aquí Bong sí que logra mezclar adecuadamente la acción junto con su extraño sentido del humor, y además en una historia llena de interés. La trama recuerda mucho a la saga del videojuego Bioshock: un futuro donde un hombre ha creado su propia utopía apartado del resto del mundo, y dentro de ese biosistema cerrado surge una guerra civil. El escenario es un tren, y según los rebeldes van avanzando de vagón se van reflejando todos los errores y pecados, así como sistemas sociales preestablecidos, que la humanidad ha repetido a lo largo de la historia

De Nueva Zelanda llega Fresh Meat, que sigue el legado de comedias salvajes que suelen aparecer en la Muestra de Syfy casi cada año, mezclando gore y carcajadas. Muy recomendable para los aficionados al género, el único punto en contra es que dura demasiado y le sobra la última media hora, donde empieza a desbarrar demasiado.

Almost Human es un filme de muy bajo presupuesto, al estilo de otros directores en sus inicios como Sam Raimi con Posesión Infernal, el problema es que en los tiempos que corren es muy difícil innovar y sorprender. Recuerda mucho a los Invasores de los ladrones de cuerpos, con la diferencia que el alienígena en cuestión no realiza su invasión en silencio y ladinamente sino de forma brutal, como una especie de Terminator implacable. Sólo para incondicionales del género.


Rigor Mortis: una acabada estrella de cine se traslada a vivir a un edificio donde los habitantes conviven con criaturas sobrenaturales, allí tendrá que enfrentarse a vampiros, fantasmas y practicantes de magia negra. A diferencia de otras películas de acción donde lo que prima es la espectacularidad, aquí lo que se cuida es la belleza y la composición visual, detalles característicos en el cine asiático. Incluso en medio de todo tipo de batallas con seres terribles uno no puede dejar de sentirse hipnotizado por las imágenes que aparecen en pantalla, sobre todo gracias a unos efectos especiales y ambientación muy trabajados. Un filme muy recomendable para los amantes de la mitología china o simplemente del cine fantástico, que busquen algo diferente, como el personaje del vampiro, bastante alejado del modelo occidental al que estamos acostumbrados.


Coherence: totalmente carente de recursos visuales, su principal atractivo radica en un guión que absorbe por completo al espectador. Inteligente y hábil trama sobre los viajes en el tiempo, podríamos considerar a Coherence como una versión intelectual y en forma de película independiente de la saga de Regreso al futuroCasi toda la acción se desarrolla dentro de una casa con un reducido grupo de personas, así que su forma y desarrollo recuerda al teatro clásico. Junto a Snowpiercer de lo mejor de la edición de este año. 


De lo más flojo del festival está Faraday, comedia española que, aunque consigue arrancar la carcajada en algún momento, el resultado final es muy flojo, y poco se diferencia de un capítulo de cualquier serie española actual.


Leticia Dolera y Eduardo Noriega (Foto: Gabriel del Valle)

Entre tanto director novato también se pudo visionar la última obra del veterano Christophe Gans (Crying Freeman, Silent Hill), con una nueva adaptación del cuento La bella y la bestia. Sin duda el director idóneo para un clásico, ya que este director francés posee un excelente estilo visual y una gran habilidad para narrar en imágenes, y consigue así transportar por completo al espectador a otros mundos. El filme es absolutamente impresionante para los sentidos y entre sus actores cuenta con Eduardo Noriega, que estuvo presente en esta XI edición para presentar su película junto a Leticia Dolera (anfitriona del festival). Además la Muestra contó con otros actores para presentar sus cortometrajes como Macarena Gómez o asistentes habituales como Carlos Areces, (Muchachada Nui, Museo Coconut, Lobos de Arga).

Macarena Gómez presentando el cortometraje Blink junto al director del mismo 
(Foto: Gabriel del Valle)

El actor Carlos Areces, un habitual del festival (Foto: Gabriel del Valle)